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Cada generación debe descubrir su misión - En memoria de Frantz Fanon

Por Ka-Ubuntu 


Frantz Fanon, psiquiatra revolucionario, brillante escritor, luchó con vehemencia contra todo tipo de alienación. Nació con nacionalidad francesa en las Indias Occidentales en 1925. Murió como argelino el 6 de diciembre de 1961 a la edad de 36 años, unos meses antes de la independencia argelina, en la cual había participado activamente. Creada en 2020, nuestra organización independentista reunionesa y panafricana, Ka Ubuntu, quiere rendir homenaje a este importante revolucionario solidarizado con la independencia de África. Compartimos su visión internacionalista de la lucha por la soberanía y autodeterminación de los pueblos. 


Nacido en 1925 en una familia de clase media en Martinica, Frantz Fanon fue profundamente marcado por su herencia racial y su experiencia de la sociedad bajo la dominación colonial francesa.


Desde su infancia en la colonizada Martinica, Fanon se enfrentó a la realidad de la opresión colonial y las consecuencias del racismo institucionalizado. Estas experiencias moldearon su percepción del mundo y crearon la base de su compromiso decolonial.


A lo largo de los años, Fanon desarrolló un profundo análisis y una crítica de las dinámicas coloniales, arrojando luz sobre los mecanismos de dominación y los efectos devastadores de la colonización en las personas colonizadas. Su trabajo ha ayudado a concienciar sobre la necesidad de entender las estructuras coloniales para poder eliminarlas.


En 1943, Fanon decidió dejar Martinica para unirse a las Fuerzas Francesas Libres a la edad de 18 años. Su compromiso voluntario muestra su deseo de contribuir a la lucha contra el nazismo y las fuerzas opresivas que amenazan la libertad y la dignidad humana.


"Cada vez que se cuestionan la dignidad y la libertad humana, nos afecta a todas –blancas, negras y amarillas– y cada vez sea amenazadas en cualquier lugar, me comprometeré a luchar sin vacilación." - Fanon.


Pero su experiencia en el ejército francés rápidamente reveló las contradicciones e injusticias que persistían incluso en el corazón mismo del aparato militar.De hecho, a pesar de su formación impregnada de los ideales de la Revolución Francesa y los principios de igualdad y fraternidad, Fanon se encontró con una realidad desconcertante. El ejército francés, que se suponía encarnaba estos valores, resultó estar impregnado de una discriminación racial flagrante. 


Esto cuestionó la base misma de su identidad y su relación con Francia


El joven Fanon se enfrentó al prejuicio de que las tropas coloniales africanas eran tratadas de manera diferente y a menudo discriminadas, lo que le dejó un profundo sentimiento de desilusión. Compartió esta desilusión en una carta a sus padres en abril de 1945, donde expresó su confusión ante esta realidad brutal: "Si no regreso, si un día se enteran de mi muerte a manos del enemigo, tengan consuelo, pero nunca digan: murió por una buena causa [...]; porque esta ideología errónea, el escudo de los laicos y políticos imbéciles, ya no debe iluminarnos. ¡Me equivoqué!" Esta experiencia influyó profundamente en Fanon y marcó el inicio de su reevaluación del colonialismo y su lucha por la emancipación de los pueblos colonizados.


Su experiencia personal del racismo y la génesis de su obra, "Piel negra, máscaras blancas", están íntimamente conectadas. Fanon comenzó a escribir este libro a finales de la década de 1940 mientras estudiaba medicina en Lyon. "Piel negra, máscaras blancas" fue publicado en 1952, cuando Fanon tenía 27 años. El libro es el fruto de sus profundas reflexiones sobre la mecánica racial y su impacto en la sociedad. Es un ensayo que explora las complejas dinámicas entre personas de raza negra y blanca, examinando las consecuencias psicológicas heredadas del colonialismo.


Fanon, como precursor del pensamiento decolonial, destaca que la colonización no solo se trata de dominación económica, sino que también influye en las psicologías individuales y colectivas. Destaca cómo las personas colonizadas, condicionadas por el sistema colonial, integran e internalizan su supuesta inferioridad, mientras que los colonizadores asimilan y reclaman su supuesta superioridad. A través de sus escritos, Fanon anima a las gentes oprimidas a liberarse de esta prisión psicológica, a tomar conciencia de su propia identidad, de su "négritude". Sin embargo, deja en claro que esta conciencia es solo un paso inicial hacia la superación de las categorías artificiales de negro y blanco.


El objetivo de Fanon va más allá de una simple comprensión de las dinámicas raciales y coloniales. Él busca emancipar a las personas animándolas a liberarse de las cadenas mentales impuestas por siglos de dominación.

Fanon dijo "No soy esclavo de la esclavitud que deshumanizó a mis padres".


En 1953, Frantz Fanon decide mudarse a Argelia donde trabaja como psiquiatra en el hospital de Blida. Fanon analizó el comportamiento de los colonizados en Argelia y se dio cuenta de que el tratamiento psicológico por sí solo no sería suficiente. En el Congreso Internacional de Escritores y Artistas Negros, destacó el uso de la explotación, la tortura, las razzias y el racismo, que reducían a los nativos a objetos inertes en manos de la nación ocupante. Para Fanon, era inútil tratar las consecuencias sin abordar las causas, ya que la colonización generaba más trastornos psicológicos de los que él podía tratar como psiquiatra.


Por eso, en 1954, se unió al Frente de Liberación Nacional (FLN), a pesar de las amenazas, ataques y expulsiones, renunciando a su nacionalidad francesa para exiliarse en Túnez. Sus escritos en la prensa son leídos en todo el mundo, abogando por el panafricanismo y fomentando la internacionalización de las luchas. En cuanto a esta internacionalización de las luchas, Fanon ganó el respeto de luchadores por la libertad como el Che Guevara, Mehdi Ben Barka, Amílcar Cabral, Agostinho Neto, Nelson Mandela y muchos otros liberadores. Su reputación entre los movimientos de independencia creció cuando se convirtió en el embajador en África subsahariana del gobierno provisional argelino en Ghana.


Para Fanon, la búsqueda de la libertad requiere sacrificio.


Él ve la insurrección como un deber, incluso si eso significaba usar la violencia. Su obra principal, "Los condenados de la Tierra" (1961), es un análisis de los procesos de descolonización y sus repercusiones. En ella, Fanon explica su visión de los caminos hacia la liberación, resaltando la imperiosa necesidad de una revolución total para destruir las estructuras opresivas del colonialismo. Advierte sobre los riesgos inherentes al neocolonialismo, y llama a una transformación radical de las sociedades poscoloniales.


"El régimen colonial es un régimen establecido por la violencia. El dominio colonial siempre ha sido establecido por la fuerza. Fue contra la voluntad del pueblo que otros pueblos, más avanzados en las técnicas de destrucción o numéricamente más poderosos, se impusieron. Violencia en el comportamiento cotidiano, un pasado de violencia, que ha sido vaciado de toda sustancia, y un futuro de violencia." - Fragmento de L’an V de la révolution algérienne (1959)


La visión de Fanon sobre la violencia provocó una controversia feroz en Francia.


A menudo criticado por su posición como apologista de la violencia, es importante señalar que las críticas provienen principalmente de los "propagandistas del imperialismo y partidarios de la jerarquía de civilizaciones... principalmente los intelectuales orgánicos de los mercados".


En sus escritos, Fanon aborda la violencia a través del prisma de la praxis, una noción que integra tanto la teoría como la acción. Para él, la violencia no es simplemente un medio o un fin en sí mismo, sino un elemento de la praxis íntimamente ligado a la transformación social y la lucha contra las estructuras opresivas. No glorifica la violencia por sí misma, sino que la ve como una herramienta contextual dentro de una lucha más amplia por la emancipación.

En su análisis, Fanon señala que la violencia a menudo es percibida como una necesidad frente a la opresión colonial. Él la ve como una respuesta inevitable en situaciones donde los oprimidos se encuentran en un callejón sin salida, enfrentados por sistemas de poder y explotación profundamente arraigados.


"El colonialismo no es una máquina pensante, no es un cuerpo dotado de razón. Es violencia en su estado natural y solo puede inclinarse ante una violencia mayor". - Los condenados de la Tierra (1961)


Para Fanon, la violencia revolucionaria es una estrategia táctica utilizada para romper con el orden colonial opresivo. Es una de las formas de derribar estructuras de dominación, liberar la conciencia de los oprimidos e incitarlos a reclamar su libertad.


Fanon advierte sobre sus efectos deshumanizantes y alienantes, reconociendo las secuelas psicológicas y físicas en oprimidos y opresores por igual. Por lo tanto, enfatiza la importancia de una transformación social y psicológica posterior a la violencia, que involucre la completa reconstrucción de sociedades descolonizadas. Destaca la desalienación postconflicto y la rehabilitación psicológica, abogando por la reconciliación y la construcción de una sociedad verdaderamente libre, basada en la igualdad, la justicia y el respeto mutuo. Esta conciencia subraya la importancia de comprender a fondo las implicaciones de la violencia postcolonial.

En Ka-Ubuntu, defendemos la idea de que la violencia se torna inevitable cuando todas las vías pacíficas son sistemáticamente ignoradas por el sistema imperialista y colonialista.


Los regímenes coloniales se establecen en nuestras naciones a través de la violencia. Vemos esto de nuevo hoy en el conflicto israelí-palestino. En Reunión, los imperialistas construyeron una colonia de asentamiento, introduciendo un sistema de esclavitud motivado por intereses económicos e imbuido de racismo. Un sistema de violencia y crueldad innombrables. Después de su supuesta abolición, el "engagismo" tomó el control en nuestro país. El engagismo en Reunión era un sistema en el que personas trabajadoras, a menudo de India, China, África, Madagascar o las Comoras, eran reclutadas bajo contrato para trabajar en las plantaciones de azúcar tras la abolición de la esclavitud. Estas personas trabajadoras, conocidas como "engagés" (engagés en francés), firmaban contratos por un período fijo y a menudo eran sometidas a duras condiciones laborales y a un trato injusto.



Desplazadas y maltratadas, las personas Engagés estaban destinadas a una existencia de servidumbre que, en muchos aspectos, las acercaba al estatus de esclavas.


Desde 1946, Reunión es un departamento francés ubicado a 10.000 km de París. Esta departamentalización es una continuación de la colonización de manera diferente. El colonialismo francés se mantiene en Reunión presentándose como un estado de bienestar. Destilan en el subconsciente de la población reunionesa que sin los franceses, no podrían sobrevivir. Mientras tanto, las desigualdades económicas y sociales son abundantes en la isla, una realidad que nadie puede negar. Hoy en día, la violencia a la que está sometido nuestro pueblo es sutil y mucho más peligrosa que los golpes de una vara.


La juventud se enfrenta a una variedad de formas de violencia simbólica que tienen un impacto significativo en su desarrollo y bienestar.


La violencia presente en la juventud de Reunión se manifiesta de manera sutil a través de la discriminación en la educación, el empleo y el acceso a los recursos. Esta discriminación contribuye a perpetuar los ciclos de desventaja socioeconómica.


La Reunión, con un tercio de su población menor de 20 años (260.000), es la tercera región más joven de Francia, detrás de Mayotte y Guayana Francesa. La tasa de desempleo juvenil alcanzó el 32% en 2022, 2.5 veces más alta que en Francia. Además, un número considerable de jóvenes se ven obligadas a abandonar la isla para continuar sus estudios en Francia continental (2.300 estudiantes por año).


La juventud de Réunion, marginada por el sistema capitalista, se encuentra sumergida en la delincuencia, el abuso de drogas y alcohol. Esta marginación lleva a una militarización de la juventud, como resultado de la propaganda del estado colonial dirigida a reclutar a estos jóvenes en su ejército. Por lo tanto, es imprescindible educar políticamente a nuestra juventud para que participen en la emancipación de La Réunion y derroquen el orden colonial.


“Cada generación debe, en relativa opacidad, descubrir su misión, cumplirla o traicionarla", dijo Fanon. Depende de cada generación preservar su soberanía, su derecho a la autodeterminación, permitiendo a su pueblo, a su nación, liberarse de todas las formas de dominación extranjera, utilizando todos los medios, incluida la violencia si es necesario.



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